Terapia presencial en Madrid y Terapia ONLINE
Terapia para los TRASTORNOS DE PERSONALIDAD
La Personalidad es un patrón complejo de experiencia interna, subjetividad, rasgos psicológicos profundamente arraigados y modos de acción, que son perdurables en el tiempo, inflexibles, se expresan de forma automática y consistente en cualquier contexto, y son bastante inconscientes a pesar de ser dominantes en múltiples situaciones personales y sociales. Se manifiesta a partir de la forma de percibirse e interpretarse a uno mismo, a los demás, y a los sucesos del mundo.

Hablamos de trastorno que requiere la atención psicológica cuando dicho patrón se desvía significativamente de las expectativas socio-culturales del momento, y causa malestar y/o deterioro funcional. En estos casos es importante contactar con un gabinete de psicología para tratar el problema de personalidad y evitar que se produzcan más efectos perjudiciales en la vida de la persona. Tanto de manera presencial en Madrid como ONLINE, un psicólogo especialista en personalidad puede ayudarte.
Clasificación en tres grandes grupos:
GRUPO A
Personalidad extraña / excéntrica.
Con ideas alejadas de la realidad.
GRUPO B
Personalidad dramática / errática.
Con tendencia a la impulsividad e inestabilidad.
GRUPO C
Personalidad ansiosa / inhibida.
Con sentimientos de abandono y soledad.
GRUPO A
PERSONALIDAD PARANOIDE
Aunque ser un poco cauteloso sobre las intenciones de los demás es adaptativo, ser desconfiado en exceso puede interferir en el hecho de hacer amistades, trabajar con otras personas, y en general mantener interacciones cotidianas de una manera funcional y adaptativa.
Las personas con esta problemática son excesivamente suspicaces de los otros sin que haya ningún tipo de justificación. Tienden a no confiar y a pensar que les quieren hacer daño. La característica definitoria es la desconfianza y sospecha omnipresente e injustificada hasta con las personas más próximas. Incluso las situaciones que no tienen nada que ver con ellos son interpretadas como ataques personales con significados denigrantes, y se sienten amenazados sin que exista base real.
Las relaciones interpersonales son realmente difíciles, acostumbran a ser bastante discutidores, hostiles hacia los demás, muy sensibles a la crítica y con una necesidad muy excesiva de autonomía.
PERSONALIDAD ESQUIZOIDE
Se trata de personas con un patrón de desapego interpersonal muy pronunciado y una gama de emociones muy limitada , sobre todo en situaciones interpersonales. Se muestran muy frías e indiferentes con los demás, no desean ni disfrutan de la proximidad de otras personas, incluyendo las relaciones amorosas o las relaciones sexuales.
No parecen afectarse por los elogios ni por las críticas sociales , ni por cualquier comentario que pueda hacer una persona. Indiferentes a las alabanzas y afectividad plana.
No se trata de personas solitarias sino de personas aisladas que no responden a las señales sociales, se muestran bastante superficiales y ensimismados, sin reactividad emocional visible, y de manera muy rara pueden responder con gestos o con expresiones faciales como puede ser una sonrisa o el asentimiento con la cabeza.
Las personas esquizoides suelen ser vistas por los demás como excéntricas.
PERSONALIDAD ESQUIZOTÍPICA
Son personas con una conducta y forma de relacionarse con los demás extraña , a menudo bastante excéntrica y bizarra . Su forma de pensar y la manera de vestir también es extraña y peculiar Suelen parecer raras.
Pueden tener ideas de referencia y pensamiento mágico , aunque tienen cierto reconocimiento de la irracionalidad o poca probabilidad que tiene su idea de referencia. Suelen dar cuenta de ciertas experiencias perceptivas inusuales e ilusiones corporales no habituales .
Presentan un discurso extraño, desorganizado , metafórico y estereotipado, así como afectividad inapropiada y cierta ansiedad social asociada a miedos paranoides, suspicacia y distorsiones cognitivas.
Son desconfiadas y tienen creencias extravagantes.
GRUPO B
PERSONALIDAD ANTISOCIAL
Caracterizado por la dificultad en la adquisición de los aprendizajes normativos y sociales básicos, presentando conflictos interpersonales y de convivencia desde edades tempranas. Se evidencia una insensibilidad elevada al castigo/recompensa y, por tanto, dificultad para anticipar las consecuencias negativas de sus acciones.
Carecen de sensibilidad y preocupación por los sentimientos de los demás, presentan niveles elevados de engreimiento y falta de empatía, no sienten remordimientos y son indiferentes al daño ocasionado. Tienen un patrón general de comportamiento de menosprecio y violación de los derechos de los demás, acostumbran a vulnerar el espacio personal del otro, desprecian las normas, utilizan el engaño y la estafa con fines lucrativos o satisfacción personal, se muestran agresivos e irritables.
Sienten deseo de poder y de agresividad, que pueden actuarlo de distintas formas: agrediendo a personas y animales, destrucción la propiedad de los demás, involucrándose en hurtos y fraudes, o violando gravemente las normas.
Son irresponsables en el ámbito laboral, económico y familiar, se implican en conductas de riesgo e imprudentes.
PERSONALIDAD LÍMITE (TLP)
Es característica la intensidad de las reacciones emocionales y la inestabilidad del estado de ánimo, con periodos de abatimiento salpicado de momentos de euforia y de episodios de mucha irritabilidad. Este patrón general de inestabilidad abarca tanto las relaciones afectivas con los demás, como su propio estado personal (autoimagen y autoestima). Son personas que tienen los afectos y las emociones muy intensos e impredecibles, siempre parecen estar en estado de crisis.
Destaca la ansiedad por separación ya que son bastante dependientes y necesitan la protección de otras personas, hacen esfuerzos desesperados para evitar el abandono y el desamparo, real o percibido. Aunque en sus relaciones interpersonales pueden mostrarse hostiles y oscilan en un vaivén entre la idealización y la devaluación del otro.
Presentan notable impulsividad que actúan en distintos contextos y suelen tener comportamiento de riesgo autodestructivo: accidentes recurrentes, autolesiones e incluso amenazas e intentos de suicidio.
Tienen una sensación crónica de vacío y un sentido del yo frágil y cambiante.
Pueden tener problemas de identidad, dificultades para saber quiénes son, para dar sentido y coherencia a sus vidas, para fijar sus objetivos y marcar sus prioridades. Cambios muy bruscos en sus valores, aspiraciones profesionales, objetivos vitales, rumbo en la vida, opiniones, proyección del futuro, identidad sexual, tipo de amistades que quieren, autoimagen que desean proyectar, forma de vestirse, de peinarse, de maquillarse etc.
PERSONALIDAD HISTRIÓNICA
La característica fundamental es la emotividad generalizada y muy excesiva, así como la conducta de búsqueda de atención. La persona está constantemente buscando captar la atención de los demás, y se siente incómoda cuando no consigue ser protagonista. Es egocéntrica, y ha desarrollado una forma de estar y hacer muy vivaz, teatral y dramática con el fin de lograr la atención (o recuperarla), y utiliza la seducción sin problemas si eso le ayuda.
El aspecto y el comportamiento suele ser inapropiadamente provocativo y seductor, y no solo se produce con personas con las que pueda tener interés sexual o romántico, sino que se da también con las diversas relaciones laborales, profesionales, sociales etc. Es decir, utiliza la seducción y la erotización más allá de lo que sería adecuado.
La expresión emocional es bastante cambiante y superficial, pero intensa y exagerada, con expresiones verbales, gestuales o del rostro que tienen gran dramatismo. A su vez, hay labilidad emocional, sus intensas emociones cambian rápidamente y pueden pasar del llanto a la sonrisa con facilidad.
Suelen tener dificultades para lograr intimidad emocional en sus relaciones, pueden tratar de ejercer control sobre su pareja mediante la manipulación emocional y la seducción. Las relaciones suelen ser bastante complicadas.
PERSONALIDAD NARCISISTA
Patrón estable y desadaptativo caracterizado principalmente por la grandiosidad, la necesidad de admiración, y la marcada falta de empatía.
Esta persona sobrevalora sus capacidades y exagera sus conocimientos y cualidades. Dirige sus afectos más hacia sí misma que hacia los demás.
Arrogante a la hora de relacionarse, se siente por encima de las convenciones sociales y de las otras personas, y asume que los demás han de someterse a su propia comodidad y bienestar, tiene derecho a ser servido y a ser considerado como un ser superior. Siente desdén por la sensibilidad ajena.
Le cuesta mucho aceptar críticas y comentarios negativos, y desprende una imagen de despreocupación, autosatisfacción, y presuntuosidad.
Normalmente tiene un estado de ánimo expansivo, excepto si se encuentra en una situación humillante o estresante. En estos casos se muestra irritable y puede sentirse muy herido si otras personas le humillan o le dejan en evidencia en público. Subyace una autoestima muy vulnerable y sensibilidad a las críticas, que pueden llegar a obsesionarle y a experimentar sentimientos de humillación.
Tiene una gran imaginación y capacidad para fantasear sobre su belleza, brillantez, los logros de su vida, y su éxito. Se ajusta poco a la realidad y suele mentir si es necesario para mantener sus propias ilusiones y grandilocuencia. Cuando no logra el éxito o la superioridad se suele refugiar en sus fantasías.
Intenta no depender de otras personas, sin embargo, necesita que se le muestre afecto, admiración y atención. Esta es la parte de dependencia de los demás, no porque necesite al otro, sino porque necesita que ese otro le admire, necesita tener al otro por debajo alabándole, necesita el feedback positivo del otro que a él le engrandece. Sus relaciones interpersonales están bastante deterioradas debido a esta necesidad de admiración, pretenciosidad, y a su falta de interés por las necesidades de las otras personas. Oscila entre la envidia hacia los demás y el pensar que los demás sienten envidia de él.
GRUPO C
PERSONALIDAD EVASIVA-EVITATIVA
La característica esencial es un patrón general de inhibición social y una hipersensibilidad a la evaluación negativa de otras personas, que conlleva importantes limitaciones y afectación al funcionamiento normal de la persona.
La persona evita trabajar o hacer actividades que implique el contacto interpersonal por temor a la crítica y a la desaprobación. Su autoestima es muy baja y se siente muy inferior. Evita hacer nuevas amistades por temor a no ser aceptado y apreciado. Puede establecer relaciones íntimas una vez siente seguridad en la aceptación, y cuando ya se siente seguro, en el tu a tu, se relaja.
Suelen ser personas muy tímidas, inhibidas, calladas, con gran temor a llamar la atención y que eso pueda llevarlos al juicio negativo o al rechazo. Se perciben como bastante vergonzosos, solitarios, aislados, con temor a reaccionar ante otras personas enrojeciendo, llorando o emocionándose.
Esta conducta también puede afectar a la actividad laboral porque tratan de evitar el contacto y eluden situaciones de interacción relacional, que puede impedir la consecución de objetivos profesionales y provocar deterioro en el área laboral.
PERSONALIDAD DEPENDIENTE
Las personas con esta problemática dependen de otros para tomar decisiones ordinarias, cotidianas y simples en todos los temas y áreas de su vida. Por tanto, ya no es depender de alguien de manera natural y normalizada, sino depender necesariamente para todo. Necesitan absolutamente la aprobación y el consejo del otro. Esta necesidad tan acuciante provoca un temor intenso a ser abandonados, que tratan de mitigar aferrándose a las personas.
Al sentirse tan desvalidos e indefensos cuando están solos, presentan serias dificultades para iniciar proyectos e involucrarse en actividades profesionales retadoras. Son incapaces de asumir responsabilidades importantes.
Tienen una gran dificultad para expresar su desacuerdo con las personas, a todo dicen que sí. Llegan a aceptar las tesis y puntos de vista del otro, aunque ellas piensen diferente. Lo aceptan para evitar poder ser rechazadas. Incluso hacen cosas que les resulta desagradable para mantener la cercanía del otro y no ser abandonado.
Desean mantener relaciones de apoyo y de cuidado, que les conduce una y otra vez a la sumisión, timidez y pasividad.
Tienen sentimientos de ineptitud, y son sensibles a la crítica.
PERSONALIDAD OBSESIVO-COMPULSIVA
La persona afectada por esta problemática se caracteriza por presentar una desmesurada preocupación por el orden, el perfeccionismo, y el control mental. Necesita que todo esté bajo control, incluido el control interpersonal.
Las características obsesivas pueden constituir una manera de funcionamiento habitual de la persona, precisamente, no está asociado a la presencia de rituales y otros síntomas obsesivos. En la personalidad obsesivo-compulsiva no hay la compulsión que se actúa para mitigar los efectos de la obsesión, son características distintas.
Hay tendencia a la indecisión y a la duda, especialmente en situaciones en las que la persona percibe que es una decisión muy importante. También se evidencian rasgos de rigidez de carácter, y esto hace que tenga una predisposición bastante peculiar y excesiva a la puntualidad, a la meticulosidad en el trabajo, al detallismo, a la pulcritud y limpieza.
Le gustan las normas y reglamentos, y todo lo que se supone que tiene que ser de una determinada manera porque contribuye a que se mantenga bajo control.
Es excesivamente cuidadoso, propenso a las repeticiones y a prestar atención desmesurada a los detalles, a comprobar de vez en cuando los posibles errores.
Su dedicación al trabajo y a sus obligaciones es muy grande. Incluso las aficiones y actividades recreativas las toma como tareas serias que requieren una organización planificada y un esfuerzo. Es decir, hasta el ocio ha de estar estructurado, organizado, controlado y tener un fin.
No delega tareas en otras personas e insiste en que todo debe hacerse a su manera, puede rechazar ofertas de ayuda porque considera que nadie lo va a hacer como lo hace él. Sin embargo, le cuesta mucho terminar un proyecto, ya que lo revisa muchas veces buscando el perfeccionismo.