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Intervención
Los pilares de la intervención se basan en los últimos y más eficaces avances en psicoterapia, así como en terapias de tercera generación.
EMDR
Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares.
Abordaje psicoterapéutico cuya eficacia ha sido demostrada empíricamente. Actúa a nivel del procesamiento e integración de la información, y es muy eficaz en la reducción de un amplio abanico de sintomatología asociada a experiencias adversas y estresantes, que en la actualidad siguen generando niveles elevados de ansiedad, angustia, miedo, baja autoestima, desregulación emocional, conflictos interpersonales, tristeza, depresión, creencias desvalorizantes y vulnerabilidad. Estos cuadros con frecuencia son desatendidos y permanecen latentes, con niveles moderados de activación, hasta que la presencia de un precipitador los intensifica o el deterioro experimentado se torna insostenible.
Brainspotting
Deriva del término inglés brainspot, traducido como punto cerebral. El objetivo de esta intervención es la resolución de problemas emocionales y liberación de activación fisiológica, manteniendo la mirada focalizada en el brainspot, correspondiente a una zona cerebral determinada. Se trata de activar el procesamiento y la integración de memorias neurofisiológicas almacenadas fuera de la consciencia, pero implícitamente vivas en el cuerpo y con influencia en nuestra vida.
Mindfulness y Meditación
Los beneficios terapéuticos del Mindfulness, o atención plena, en la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión, son significativos. Especialmente cuando nos encontramos ante situaciones médicas crónicas, pronósticos de larga duración, o circunstancias y contextos difíciles de cambiar que requieren de nuestra adaptación. Consiste en focalizar la atención en el momento presente, en el Aquí y Ahora, aceptando incondicionalmente lo que se presente, sin juzgarlo, evaluarlo, ni tratar de cambiarlo.
La meditación hace referencia a la inducción de un estado de conciencia de auto-observación, pasivo y acrítico, sin seguir el flujo de pensamientos que inunda la mente, para alcanzar calma interior, bienestar físico y emocional, centramiento y, en algunas ocasiones, insights reveladores.
Biofeedback y Neurofeedback
La investigación pone en evidencia que los procesos fisiológicos autónomos pueden ser modificados a través de Biofeedback. Es decir, a través del aprendizaje y entrenamiento en la detección, de forma selectiva, de señales corporales como la tensión muscular, tasa cardíaca, sudoración, presión arterial, o respiración. Y posteriormente, gracias a la retroalimentación directa recibida, influir en dichas variables y modularlas. Muy útil en el afrontamiento del estrés, ansiedad, dolor crónico, hipertensión arterial, incontinencia fecal y urinaria, procesos epilépticos, fatiga crónica y TDAH, entre otros.
El Neurofeedback es un tipo particular de Biofeedback focalizado sobre la función cerebral, con eficacia demostrada para el tratamiento del TDAH y la epilepsia. Muy utilizado tanto a nivel de prevención como en procesos de rehabilitación.
Terapia Dialéctico-Conductual (DBT)
Tratamiento de demostrada efectividad, fundamental cuando hay desregulación emocional, impulsividad, conducta autodestructiva y adictiva, o carencias en la eficacia del manejo interpersonal. Se basa en la búsqueda de equilibrio entre dos aspectos aparentemente contradictorios: por un lado, la aceptación y la validación de uno mismo, incluidas todas las emociones y sensaciones corporales experimentadas, y por otro lado, la puesta en marcha de estrategias de cambio fundamentadas en la psicoeducación, regulación y gestión emocional, habilidades sociales, autoconciencia y tolerancia al malestar. Finalmente, se facilita la creación de un autoconcepto realista y positivo, y una autoestima autovalidante, que oriente a la persona hacia la consecución de sus metas vitales.
Terapia de Reconstrucción Subjetiva
La vida psíquica de las personas se organiza a partir de un sistema de significados denominado subjetividad, que no se restringe a lo intrapsíquico, sino que se abre y alcanza a lo social, a la conformación de significados y procesos sociales. Dicha subjetividad surge de la relación con un Otro, a partir de la interacción, y no podemos acceder a ella de forma directa, solo podemos proyectarla y observar su manifestación.
El cambio subjetivo no es un proceso lineal sino secuencial y salpicado de episodios significativos. Se produce incorporando complejidad y profundidad a la interpretación que hace la persona sobre el mundo, los demás y su contexto, y adquiriendo mayor capacidad para influir de forma consciente e intencional en el curso de los sucesos que marcan su vida.
Terapia Sensoriomotriz
Se trata de un modelo integrador y holístico basado en la neurobiología interpersonal, las neurociencias, la psicología somatosensorial, y las teorías de trauma y apego. Fomenta la conciencia de la experiencia interna, la autenticidad, el desarrollo de la potencialidad, y la habilidad de habitar el momento presente.
La experiencia corporal se sitúa en el punto central de la intervención para abordar la memoria procedimental, que también registra las experiencias vividas y, además, lo hace desde antes de adquirir desarrollo cognitivo y el lenguaje. Es muy útil frente a problemas disociativos, de personalidad, alimentarios, conducta disruptiva, experiencias traumáticas y trastornos de apego.
Terapias Psicodinámicas
Ponen el foco en el mundo intrapsíquico de la persona y los conflictos internos y sentimientos de ambivalencia experimentados respecto de un mismo objeto, y en la existencia de procesos y contenidos inconscientes, como los mecanismos de defensa. Sostienen que las experiencias tempranas de interacción con las figuras de apego tienen un papel crucial tanto en la construcción de la personalidad como en la tendencia a repetir patrones de relación internalizados y a distorsionar la información. Enfatizan en las relaciones interpersonales y el papel de la transferencia y contratransferencia, en la importancia de los mecanismos del yo, y en el balance entre la necesidad de intimidad y dependencia respecto de la necesidad de autonomía y competencia. La asociación libre, el insight, el trabajo con las defensas y el manejo de la transferencia y contratransferencia serán elementos nucleares de la intervención.
Mentalización y Terapia de Esquemas
La capacidad de mentalizar es la capacidad para percibir e interpretar los estados mentales propios y del otro. Y a partir de ahí, atribuir significado e intencionalidad a las acciones, actitudes, pensamientos y emociones que observamos en los demás y en nosotros mismos. Se trata de una capacidad adquirida a partir de los primeros meses de vida en entornos de desarrollo sensibles y de apego seguro.
La terapia de Esquemas tiene un enfoque integrador y especialmente respetuoso en casos de gravedad. Muy útil para tratar problemas y trastornos psicológicos de larga duración, normalizando el cuadro sintomatológico en lugar de patologizarlo, y partiendo de la premisa de que la problemática que hoy presenta la persona se ha ido consolidando poco a poco mediante procesos complejos, profundos y rígidos. Pretende modificar los esquemas y afrontamientos disfuncionales por otros que permitan la adaptación al medio y así, poder disfrutar de una vida satisfactoria. Se sirve de la confrontación empática y la reparentalización para abordar los problemas, sin perder nunca la alianza terapéutica.
